Cannes 2017: Notas
preliminares a un festival por venir
Orlando Mora
El pasado jueves 13 de abril Tierry Frémaux, el Delegado
General o Director Artístico y Pierre Lescure, el presidente, anunciaron en
París la programación de los dos apartados oficiales del próximo Festival
Internacional de Cine de Cannes a realizarse entre el 17 y el 28 del mes de
mayo. Allí se revelaron los dieciocho títulos que estarán en competencia por la
codiciada Palma de Oro y los dieciséis
de Un Certain Regard, a más de otros que irán fuera de concurso o en funciones
especiales. En los próximos días se conocerá la programación de las dos
prestigiosas secciones paralelas; la Quincena de los Realizadores y la Semana de la Crítica.
Lo primero que llama la atención, conforme a lo reseñado por
los periódicos franceses, es el incremento en el número de películas que los
organizadores dicen haber revisado para la selección final. Este año fueron 1.930
filmes en lugar de los 1.665 del 2010, lo que da cuenta en cifras de un
fenómeno observable en todos los países del mundo y es la manera como las
nuevas tecnologías están disparando la cantidad de películas que se hacen, en una relación insalvablemente
asimétrica con las posibilidades y los espacios para la exhibición. Cada vez
una mayor parte de la producción estará condenada a no ser estrenada en ninguna
de las ventanas comerciales: los teatros, el video, la televisión y las
plataformas digitales, con lo cual miles y miles de millones de dólares quedarán
enterrados y perdidos irremediablemente.
Si Cannes es la primera vitrina comercial y artística del
cine, es lógico esperar que el festival ofrezca en su programación una muestra
ilustrativa de lo que ahora sucede con la industria del audiovisual y hacia allá apuntan, aunque tal vez de una
manera tímida, algunos de los anuncios de la rueda de prensa del pasado jueves.
Se habla de la instalación que presentará el director mexicano Alejandro
González Iñárritu, de la película coreana Okja
de Bong Joon Hoo y la norteamericana Meyerowitz
stories de Noah Baumbach que irán directamente a ser estrenadas en Netflix
y de la exhibición de capítulos de las series de televisión Twin peaks de David Lynch y Top of the lake de Jane Campion.
En la marea de la posmodernidad las cosas cambian y Cannes quiere dar cuenta
de ellos. Hoy los directores de cine no son solo directores, son artistas que
dirigen y hacen a ratos instalaciones; las plataformas digitales posen tal
poder que pueden darse el lujo de
reservarse el estreno de un producto tan costoso como una película; las
fronteras entre el cine y la televisión son
más porosas que nunca, en un proceso de influencia recíproca que quizá
enriquezca la televisión pero probablemente empobrezca el cine. En fin, señales
de los nuevos tiempos que corren, en un festival que se promociona bajo uno de
los afiches más hermosos de los últimos años y en el que el cine iberoamericano
ha sido borrado totalmente de la competencia oficial.
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