Ir al contenido principal




 

Toni Erdman: La vida está en otra parte

Orlando Mora

Nos gastamos los días  haciendo cosas, muchas cosas y entre tanto la vida pasa al lado sin que nos demos cuenta. Estas palabras son una especie de síntesis que aparece en la escena final de Toni Erdman y que corresponde a una de las ideas centrales  que vertebra la película de la ahora aclamada directora alemana Maren Ade.

Antes de ese diálogo de cierre hemos asistido a un largo metraje de ciento sesenta y dos minutos de un guion que firma la misma realizadora y al que creemos la ha hecho falta un control externo que limitara sus evidentes excesos, uno de los riesgos que se corren cuando se suman en la misma persona las funciones de director y guionista.

De entrada cualquier reparo a Toni Erdman suena problemático. Estrenada en el festival de Cannes del año anterior, allí cosechó aplausos de la crítica especializada, que la celebró incluso con el premio a mejor película. Declarado también Mejor Filme europeo del 2016, los miembros de la Federación de la Prensa Cinematográfica, Fipresci, la votaron como la mejor obra  cinematográfica del año y ahora figura en el grupo de las cinco finalistas a mejor película extranjera por el Oscar.

No hemos visto las dos obras anteriores de la directora y en esa medida queda algo de perplejidad en relación con lo que ella supone como punto de marcha en la carrera de Maren Ade. Lo que se percibe en Toni Erdman es  un talento que está más allá de cualquier discusión y que se revela en algunos pasajes del filme, con secuencias espléndidas en su ejecución y en su tiempo interno, tal como sucede con el encuentro sexual de la protagonista con un ejecutivo de la compañía o en la fiesta de cumpleaños con su desenlace en un parque de Bucarest.

Los problemas de la película pertenecen más a la concepción del guion, animado por el deseo de incorporar demasiadas  ideas y con ellas como arsenal de partida organizar la trama y su desarrollo. Eso lleva a un esquematismo  evidente en el diseño de los dos personajes centrales- la hija demasiado ejecutiva y el padre demasiado histriónico-  y a que luzcan repetidas muchas de las cosas que vemos a lo largo de sus casi tres horas de duración, lo que termina por restar credibilidad a la historia y por  despertar en el espectador sensaciones de desconcierto y fatiga.

La globalización, el sexismo en el mundo de los ejecutivos, la falta de moral del capitalismo, muchas cosas atraviesan y quieren enriquecer el sentido de Toni Erdman, más allá de la relación familiar de base en que descansa la película. Seguramente la indigencia mental de buena parte del cine actual explica el entusiasmo por la obra de Maren Ade, lejos para nosotros de los grandes filmes del 2016 como Elle de Paul Verhoeven o Yo, Daniel Blake de Ken Loach.   

Comentarios

Entradas más populares de este blog

  La habitación de al lado: Cuando cierres la puerta por última vez Orlando Mora Ganadora hace escasos dos meses del León de Oro de La Muestra   de   Venecia, uno de los reconocimientos más altos a que pueda aspirar una película de calidad, La habitación de al lado de Pedro Almodóvar acumula tres semanas en cartelera con un lánguido desempeño, como si este tipo de cine que se ocupa de temas trascendentes y con una propuesta estética clásica hoy poco interesara. Mientras La sustancia de la francesa Coralie Fargeat,   con un planteamiento de base a la moda   y una ejecución de filme de serie B, resiste   semanas   en exhibición, el hermosos filme del español poco convoca y solo se mantiene por la tozudez de dos o tres salas especializadas en lo que se denominó en una época   Cine-arte. A pesar de tratarse de una obra en nada ajena a la más   pura   esencia del director manchego, La habitación de al lado es su primer largometraje r...
  Mi bestia: De eclipses y adolescencia Orlando Mora El pasado jueves 24 de octubre se estrenó en el país la película colombiana Mi bestia . A pesar de antecedentes relevantes como su participación en la sección Acid del Festival de Cannes y su premio en el de Sitges, su paso por la cartelera comercial está siendo lánguido, perdida como uno más entre los varios títulos nacionales que pasan   fugazmente por la cartelera local, sin que el público tenga tiempo de fijar en ellos su atención. Por fortuna la obra de Camila Beltrán ha entrado en segunda semana y es de esperar que esa oportunidad alcance para que más espectadores la vean y juzguen, seguramente para sorprenderse de su calidad y de los trazos originales que la distinguen. No abundan en el cine colombiano piezas que asuman riesgos creativos como los que toma   con plena consciencia la   directora. Empecemos por mencionar que se trata de un primer largometraje, lo que de entrada orienta la mirada no sol...
Cinemas Procinal Las Américas: La casa del Cine Arte Orlando Mora El pasado jueves veintidós de agosto se cumplió en Medellín la reapertura de las salas de cine de Procinal  Las Américas. Los asistentes al acto, a más de las mejoras en las instalaciones físicas y técnicas de los teatros, algunas todavía en proceso, fuimos sorprendidos con la decoración y el ambiente de un hall concebido como una auténtica declaración de amor al cine. Moviéndose en medio de los invitados se encontraba Oscar Mayungo, un auténtico sobreviviente de los tiempos en que el cine era otra cosa y  que él todavía sueña en presente. Con el apoyo solvente y  fidelidad ejemplar de sus hijos Natasha y Juan Carlos, Oscar persiste en los afectos aprendidos a lo largo de toda una vida vivida entre películas y teatros, creyendo con la ingenuidad que a veces dan los años que ese mundo de antes todavía existe o es siquiera posible. El tsunami audiovisual en que hoy nos movemos nada tiene que ver con los días ...